Los Tauro eran uno de los signos que más fervientemente seguían las predicciones de Nostradamus. Quizá se debiera al hecho de que estas personas necesitan un líder o guía espiritual que les ayude a encontrar el sentido de la vida. En otras palabras: les gustan las relaciones estables, son conservadores y siempre tienen los pies en el suelo porque odian ver cómo se rompen sus esperanzas.
El principal problema que veía Nostradamus en los Tauro es la lujuria. Los nacidos bajo este signo acostumbran a disfrutar a todo tren de los placeres que les otorga la vida, y eso está muy bien, pero conlleva el riesgo de que, pasado un tiempo, no encuentren nada que les satisfaga por completo. Este tipo de lujuria se extiende a todos los ámbitos: el laboral, el económico, el alimenticio y, por supuesto, el sexual.
En el otro lado de la balanza está la lealtad. Los Tauro son nobles por naturaleza, confían en el proceder de la justicia –robusta y eficaz, como el animal que les simboliza en el Zodíaco– y defienden a los suyos a capa y espada, tanto en casa como en el trabajo. Tener a un Tauro como aliado es garantía de ayuda en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia.
Por último, a Nostradamus le sorprendía gratamente el buen humor de los Tauro, que son capaces de poner buena cara ante cualquier problema que se les presente.
El principal problema que veía Nostradamus en los Tauro es la lujuria. Los nacidos bajo este signo acostumbran a disfrutar a todo tren de los placeres que les otorga la vida, y eso está muy bien, pero conlleva el riesgo de que, pasado un tiempo, no encuentren nada que les satisfaga por completo. Este tipo de lujuria se extiende a todos los ámbitos: el laboral, el económico, el alimenticio y, por supuesto, el sexual.
En el otro lado de la balanza está la lealtad. Los Tauro son nobles por naturaleza, confían en el proceder de la justicia –robusta y eficaz, como el animal que les simboliza en el Zodíaco– y defienden a los suyos a capa y espada, tanto en casa como en el trabajo. Tener a un Tauro como aliado es garantía de ayuda en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia.
Por último, a Nostradamus le sorprendía gratamente el buen humor de los Tauro, que son capaces de poner buena cara ante cualquier problema que se les presente.
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