Aunque los Escorpio tienen fama de agresivos, sobre todo por el feo animal que les representa en el Zodíaco Occidental, para Nostradamus se trataban de personas dulces, cariñosas y honestas. El profeta creía que la presunta agresividad de los Escorpio se limitaba al terreno sexual, en el buen sentido de la palabra: les gusta llevar las riendas en la cama, ser los dominadores y no los dominados, pero siempre respetando la voluntad de su compañero, compañera o compañeros de cama.
El principal defecto que encontraríamos hoy en día en los Escorpio es su excesiva creencia en las supersticiones, demasiado fuerte incluso para un hombre que confiaba tanto en las predicciones como Nostradamus. Pueden llegar a ser realmente obsesivos con este tema y, si les acusamos de locos, atacarán sin pensárselo dos veces. Si quieres evitar estas situaciones, simplemente sígueles la corriente; a menudo ellos mismos se dan cuenta de que han ido demasiado lejos.
Por otro lado, a Nostradamus le encantaba que los Escorpio estuvieran presentes en sus clases magistrales ya que son buenos oradores y, lo que es más importante, saben escuchar y aguardar pacientemente su turno cuando se trata de intervenir en público. Además, acostumbran a exponer sus razones de modo ordenado, convincente y con sólidos argumentos, no con meras afirmaciones que no se apoyan en nada fiable.
Finalmente, nunca hay que fiarse de un Escorpio tímido, pues las personas de este signo están atentas todo el tiempo y pueden sorprenderte con cualquier observación cuando menos te lo esperas.
El principal defecto que encontraríamos hoy en día en los Escorpio es su excesiva creencia en las supersticiones, demasiado fuerte incluso para un hombre que confiaba tanto en las predicciones como Nostradamus. Pueden llegar a ser realmente obsesivos con este tema y, si les acusamos de locos, atacarán sin pensárselo dos veces. Si quieres evitar estas situaciones, simplemente sígueles la corriente; a menudo ellos mismos se dan cuenta de que han ido demasiado lejos.
Por otro lado, a Nostradamus le encantaba que los Escorpio estuvieran presentes en sus clases magistrales ya que son buenos oradores y, lo que es más importante, saben escuchar y aguardar pacientemente su turno cuando se trata de intervenir en público. Además, acostumbran a exponer sus razones de modo ordenado, convincente y con sólidos argumentos, no con meras afirmaciones que no se apoyan en nada fiable.
Finalmente, nunca hay que fiarse de un Escorpio tímido, pues las personas de este signo están atentas todo el tiempo y pueden sorprenderte con cualquier observación cuando menos te lo esperas.
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